Fieras en el festival

CALLEJÓN DE GATOS

Acabó el Festival de Otoño a Primavera. Y acabó bien. Los ingleses del Propeller, que dirige Edward Hall, cerraron esta edición con dos funciones de Shakespeare, Noche de reyes y La fierecilla domada. El lector ya sabe que en esta compañía británica sólo representan hombres, tanto los papeles masculinos como los femeninos. Esta manera de interpretar las obras teatrales, sólo con hombres, era la usual en el Londres de Marlowe y Shakespeare.

Gustó sobremanera el montaje de Noche de reyes, en el que a partir de un naufragio dos hermanos gemelos, Sebastian y Viola, se separan, pensando ambos que el otro se ha ahogado. La hermana pasará por varón, llamándose Cesario, hasta que al final, después de muy divertidas peripecias y enredos, descubre a todos su verdadero género. Un primoroso juego shakesperiano que la magia del Propeller hizo que el público, en la noche del sábado pasado, aplaudiese puesto en pie.

No corrió tan benéfica suerte la representación de La fierecilla domada, unas horas después, al cerrarse el «programa doble» del Propeller. El público llevó mal el que Katherine fuera maltratada, tal como lo quiere Shakespeare, por su marido Petruchio, que todos, en la acción, imaginan que iba a ser sometido por la fiera de su mujer. Los Propeller bordaron la representación, con el actor que había hecho de Sebastian convertido en una sufriente Katherine, pero nuestro público no juzgó correcta la pieza de Shakespeare y mostró su entusiasmo, pero no delirante, al acabar la representación. Nadie se puso en pie. «¡Estos ingleses!», se oyó decir a más de uno al abandonar los Teatros del Canal. En fin, Shakespeare retrató la realidad muy machista de su tiempo...

ArielGoldenberg, el director del festival, puede estar satisfecho de este colofón. A pesar de los problemas de liquidez que, al parecer, ha sufrido. El vuelva usted mañana, tan hispano, todavía. Pero puede estar satisfecho. La extensión razonable del festival de otoño hasta la primavera era, y es, razonable. El largo tren necesita más carbón..., pero ya pasará la crisis. La consigna es resistir.

Entre los estrenos importantes del festival esta temporada hay que destacar el espectáculo Pig Pang Qiu, de nuestra Angélica Liddell. Prodigioso. Y a buen seguro que Angélica no habría montado La fierecilla domada como los Propeller, dijera Shakespeare lo que dijera desde su tumba en la iglesia de la Santísima Trinidad de su pueblo, Stratford-upon-Avon. Angélica sí que es una fiera, y además indomable.